Deia
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El disco de Ordorika «parte de la frustración que vive lo euskaldun»
El cantautor ha publicado su nuevo disco “Kantuok jartzen ditut”, que incluye doce temas
EL CANTAUTOR Ruper Ordorika estrena “Kantuok jartzen ditut” (Metak), un disco estilísticamente abierto y que tiene su génesis en lo que su autor denominó el contexto que vive el mundo euskaldun, «uniformizado por algunos, lo que nos obliga a probar nuestra inocencia constantemente». Su nueva docena de canciones son «mi aportación a este momento frustrante», explicó a DEIA.
“Kantuok jartzen ditut”, que el de Oñati traduce como «éstas son mis canciones, lo que hago», es un título sacado de una canción tradicional navarra, lo que demuestra la afición de su autor por el folk vasco. Sus nuevas canciones, grabadas en los estudios Katarain, en el entorno rural de Azkarate, entre campos y ovejas (llegan a escucharse), parten de la tradición, pero vuelan libres hacia territorios más actuales, como el soul, el rock, sus templados medios tiempos habituales y hasta el pop de “Zaindu maite duzun hori”.
«Es un disco diverso y extenso. En duración y estilos, sí. Y con un sonido muy de grupo», indicó ayer Ordorika en Bilbao.
El de Oñati aparece en sus nuevas canciones rodeado de su “peña” habitual. De Nando de la Casa a la producción, de Bernardo Atxaga a la traducción de letras, de su hermano Jonan como técnico de sonido y de un grupo básico con el que trabaja hace años: la guitarra imaginativa de Ben Moulder (cuarto disco con él), el batería Kenny Wollesen y la nueva incorporación, el bajista Jonathan Maron.
Según Ordorika, «es una suerte poder juntar este equipo que tanto gusta a mis canciones; ellas mismas me lo dicen» porque, en su opinión, «a pesar de ser magníficos músicos, no buscan el lucimiento personal y siempre están a favor de la canción».
Ordorika reconoció a DEIA que este nuevo álbum, que no presentará en directo hasta diciembre, tiene mucho que ver con el contexto que vive el mundo euskaldun.
«Normalmente suelo tardar más en hacer canciones, pero esta vez tenía el camarote lleno, como dicen los bertsolaris», dijo con humor. Aunque negó «estar cabreado», Ordorika se sintió «frustrado» por el acoso y la uniformidad que padece el mundo euskaldun.
«Alguna canción concreta sí pueden hablar de ese contexto, pero en el resto hablo de mí mismo. Trato de dejar la fuente lo más abierta posible», explica.
A pesar de ello, en su nuevo intento por «encontrar melodías adecuadas a nuestro tiempo y a nuestra patria», como dice Sarrionandia en el único texto del disco que no firma Ordorika, el cantautor rockero criticó el acoso que sufre el mundo euskaldun.
«Vive en una constante defensa, que lo uniformiza todo. Se habla de nosotros como una comunidad, menos cuando se trata de reconocerla. Y cuando sales fuera, muchas veces eres sospechoso y tienes que probar tu inocencia», aseguró. «Eso me hace sentir parte de una gente, aunque veo que mi generación no acertó en casi nada. Hay que repensar nuestro tiempo y la relación con la gente no euskaldun, pero sin dejar de defender a nuestra minoría», apostilló.
Andrés Portero