ALVARO FEITO
EL MUNDO, 1996

Ruper Ordorika es un valor genuino y específico de la canción que lleva un autor tras de sí, se exprese en estética pop o de resonancias acústicas.

LUIS HIDALGO
EL PAIS, 1996

... una buena canción respira hasta sin aire, máxime si la defiende una voz cálida y fuerte, una voz como la de Ruper, un cantante capaz de conmover con su entonación y con esa convicción propia de quienes de verdad creen en lo que dicen. ... en un mundo de estrellas es reconfortante reconocer a un artista.

L.M.
ABC, 1996

So’Ik’So continúa en la línea de los cuatro anteriores pero más evolucionado, sigue desprendiendo la vieja fuerza de los inicios pero además denota una intensa búsqueda hacia delante.

XABIER RECALDE
EL MUNDO, 1996

Tiene poco artificio su puesta en escena y ningún truco nace de sus gestos: es la música a palo seco, el folk-rock más noble que se fabrica, con versos de una calidad infrecuente en estos años de modorra literaria.

MAURILIO DE MIGUEL
EL MUNDO, 1996

Aunque más inclinado al lado rockero, es también un gran conocedor-amante del folk, tanto del propio como del británico. Ha cuidado mucho, de siempre los textos rodeándose de los mejores y ha imprimido carácter y sentido a una obra versátil pero siempre fiel.

C.A.
EL PAIS DE LAS TENTACIONES, 1996

El mundo extraordinario y absolutamente personal del cantautor vasco es conocido ya en todo el país a pesar de la dificultad del idioma. Es el mismo universo musical y poético que salta de nuevo en su quinto y más reciente disco en solitario, So’ik So’.

ADOLFO MONTEJO
EL MUNDO, METROPOLI, 1996

Ruper Ordorika vuelve a imprimir en So’ik So’ un paisaje musical propio, imprescindible para entender mejor el vaivén de nuestros tiempos y la evolución musical de su tierra.

LUIS HIDALGO
EL PAIS DE LAS TENTACIONES, 1995

Un magnífico catálogo de posibilidades en So’ik So’, el quinto L.P. en solitario de Ruper Ordorika. Este artista vasco, un inclasificable creador de atmósferas, meticuloso letrista y poseedor de una voz profunda y matizada, ha conseguido con este disco uno de los mejores discos nacionales del año.

JORDI TURTOS / JOSEBA MARTIN
FACTORY, 1995

Quizá el mejor cantautor estatal. Ha liberado en los últimos años a esta palabra maldita de su rancio aburrimiento. Guitarras eléctricas y acústicas en apoyo de letras propias o de su inseparable amigo Bernardo Atxaga. Comanda Hiru Turku, “Tres Turcos” (junto a Joseba Tapia y Bixente Martinez).

IÑAKI ZARATA
EL DIARIO VASCO, 1995

Y también en su apartado literario. El propio cantante firma casi todas las historias contadas. Retratos de calle influenciados por sus escapadas americanas.
Ruper a su aire, siempre sobresaliente.

JORDI TURTÓS
LA VANGUARDIA, 1995

A Ruper Ordorika el término cantautor le queda demasiado estrecho. Este guipuzcoano es todo lo contrario a los cantautores nacionales al uso: Ordorika es curioso, abierto de miras, musicalmente rico, letrista sensible e inteligente.

JOAN ESTAQUÉ
ALTA FIDELIDAD, 1995

Que Ruper Ordorika cante en vasco no debería asustar a los amantes del buen pop-rock, pues su música es absolutamente exportable. Este es uno de sus grandes méritos. Autor de difícil clasificación, en este quinto album cabe destacar unas letras bien cuidadas, una instrumentación sobria y eficaz y una interpretación apoyada en una voz templada y expresiva de la que saca un gran rendimiento.

L.C.
GUIA DE SEVILLA, 1993

Ruper Ordorika cantautor eléctrico que adorna el seco euskera con pop-rock de guitarras pellizcadas de brillantez artesana y la complicidad del sonido atemporal.
Es letrista perspicaz, cantante rollizo y músico abierto a estructuras cristalinas...

ROQUE SOTO
FARO DE VIGO, 1993

“Ruper Ordorika & Mugalaris” es el quinto disco del mencionado cantautor, que en esta ocasión demuestra un poder comunicativo más allá del pop-rock que queda recogido en cuatro canciones sencillas, pero fuertes a la vez, cuyos textos están relacionados con los problemas cotidianos de cualquier persona que viva en un mundo tendente a la incomunicación. Sin embargo, Ordoika conecta muy bien con el público mediante un disco que refleja, sobre todo, la presencia de un compositor con mucho oficio.

WOMAN
DISCOS DEL MES, 1993

Cuatro nuevas canciones, una de texto de Bernardo Atxaga, del más inquieto cantautor vasco. La nueva savia.

MANUEL DOMINGUEZ
CAMBIO 16, 1991

Afortunadamente, al acercarse a la música del músico de Oñate ya no es preciso acudir con todas esas cosas aprendidas de antemanoque exigían una complicidad previa para cualquier degustación. Desde luego si se conoce algo la música tradicional vasca, el euskera, la satisfacción será mayor, pero también lo será si Lou Reed, Neil Young o los Smiths son habituales de nuestra discoteca.

NACHO SAENZ DE TEJADA
EL PAIS, 1991

Con una altura poética inusual, Ez da posible es la confirmación de Ruper Ordorika como uno de los máximos poetas de nuestra música, por la utilización de las imágenes, la habilidad para sugerir y la capacidad de pasar de lo microscópico a lo universal en una frase.

P.P. GIL
EL SOL, 1991

Primer LP de pop-rock adulto, serio, directo y comprometido, en vasco y editado en todo el estado. Si, en vasco, ¿y...? No hace falta saber otros idiomas para entender lo bello. Y la música de Ruper lo es.

IÑAKI ZARATA
EL DIARIO VASCO, 1991

Una dura lucha contra el maleficio del business de una de las voces más sólidas y personales de la canción vasca.

ALVARO FEITO
LA GUIA DEL OCIO, 1988

Hay en Ruper Ordorika una cierta intención creativa, desmitificadora, rupturista con una linea clásica y algo obsoleta del cantautor rígido. Propone textos complejos intrincados ; lineas armónicas en consecuencia. ¡

NACHO SAENZ DE TEJADA
EL PAIS, 1988

Su concepto de los arreglos, rceptivos ante influencias externas, recogen estilos que giran alrededor del rock y descubren a un compositor terco y consciente, que puede sorprender por lo imaginativo y arriesgado de su propuesta.

IÑAKI ZARATA
EL DIARIO VASCO, 1986

Frente a quienes ahogan su mediocridad en miles de watios o en una exagerada caña, Ruper ha preferido seguir el rastro cantautoril de gentes más mansas en apariencia, pero fuertemente dinámicas, al estilo de un Costello o en su extremo más representativo, Billy Bragg o Richard Thompson.

NACHO SAENZ DE TEJADA
EL PAIS, 1986

Ruper Ordorika asume en su tercer disco una serie de tendencias que no se traducen en un simple calco de lo ajeno, a lo que contribuyen unos textos, por primera vez escritos en su totalidad por él mismo, cotidianos e irreales, melancólicos y esperanzados, vascos y universales.

PABLO CABEZA
EGIN, 1986

Ruper letrista. Aquí si que no puede haber exposiciones desde varios puntos. El escritor se muestra con estilo, con una apasionante forma de narrar, de contar, de adornar,...

J.J. CORCUERA
EL CORREO ESPAÑOL, 1985

Las nueve canciones que contiene Bihotzherreak traen a la mente un amplio abanico de influencias musicales ; desde la raíz tradicional hasta esos ritmos calientes que tanto utilizara en su segunda grabación, Ni ez naiz Noruegako errege, pasandp por ambientes más rockeros. Eso si, todo ello condensado dentro de una campana de exquisita sensibilidad y de precisión casi puntillista.

ROGE BLASCO
MUSKARIA, 1983

Todo un acontecimiento por ser un disco totalmente necesario, llena un vacío que por el momento sólo él lo puede hacer. Por fin hay alguien que cante a nuestra vida cotidiana con unos versos que, además de creativos y vanguardistas, se apoyan en una música que reflejan la actual década de los ochenta.
Ruper pone de un solo golpe la canción vasca al día.

ENRIQUE GARIJO
TRIBUNA VASCA, 1983

Decir que Ruper Ordorika es un excelente cantautor euskaldun es realmente poca cosa. El ha conseguido innovar el desolado campo de la música vasca, ha roto la quietud trazando una nueva vía desbordante de sensibilidad y emoción. Esta segunda obra recién publicada es de extraordinaria calidad. Bajo una instrumentación más elaborada y personal vuelven a sobresalir unos textos interesantísimos, que llegan, de esos que te tocan la fibra y la piel se queda de carne de gallina. Un disco fundamental y ante todo universal.

FELIX LINARES
DEIA, 1980

Hautsi da Anphora tiene la suficiente garra como para quedar convertido en una obra ejemplar dentro de lo que alguien llamaría “folk urbano”.

CARLOS ARCO
EGIN, 1980

Hautsi da Anphora es el mejor album euskaldun del año. El disco no se parece a casi nadie, ni de aquí ni de allá. Busca las raíces de la poesia de Bernardo Atxaga. Nos lleva a pensar en el esfuerzo de Ordorika para ser propio a partir de lo que da para conjugar: influencias, talento, pasión y disciplina de trabajo.